En Mayo 2021, Tanguy, organizó su gira anual en Corsica, bien conocido como «l’île de beauté» (La isla de la belleza). Allí conoció a bodegas muy diferentes de las del resto de Francia: entre plantas aromáticas, mar, montañas… muchos tesoros escondidos que nos trajo a México! Compartimos un poco de ese gran viaje para descubrir los vinos que producen en esa isla al sur de Francia.
Un paisaje único: le maquis
La isla tiene paisajes hermosos y muy variados entre mar y montañas con su vegetación endémica: le Maquis. La «macchia» como lo llaman allá, representa 40% del territorio de la isla. Esta constituido de más de 78 especias de flores, plantas diferentes, todas endémicas de la región.
También encontramos plantas aromáticas, sabores que realzan en los vinos regionales: immortelle, romero, hinojo y mirto entre otras…
Los animales andan en libertad en el Maquis: vacas, cabras, puercos y otros animales de granja. Parecería que están acostumbrados a la tranquilidad del lugar: cruzan las curvas mortales de la carretera y caminan al lado de las rutas.
Región de carácter
La isla tiene muchos pequeños pueblos hermosos con casas de piedra diseminadas por la serranía. Allí viven generaciones de familias originarias de la isla. La gente tiene una personalidad recia y una reputación fuerte. A primera vista un poco austeros y fríos, pero realmente son muy generosos y conversadores una vez que se rompe el hielo.
Visitamos nueve productores emblemáticos en las diferentes AOC y regiones de la isla. Pasamos un promedio de cuatro horas en cada bodega, probando 25 vinos diferentes y siempre nos querían regalar botellas de cortesía para llevar.
Cultivo del vino
De las muchas uvas que se cultivan (aproximadamente 50), siendo endémicas de Corsica, dos destacan tanto en producción como en calidad:
*El Sciacarellu. Da vinos tintos con un aroma frutal muy fresco a fresas pisadas, pimienta blanca. Ofrece tanino fino que le hace fácil de tomar en su juventud pero capaz de envejecer magníficamente. Es un valor seguro para seducir cualquier paladar. Claramente la mejor uva para producir vinos rosados sutiles.
*El Vermentinu, el gran cépage blanco de la isla. Muy aromático en su juventud con notas de pera y guayaba. Soporta bien el paso por foudres o demi-muids y en evolución resaltan curiosos aromas de gasolina o petróleo, al estilo de un riesling alemán. A probar joven con un ceviche o con más de cinco años con quesos añejados.
Nos gusto mucho también el Carcajolo Neru, aunque su producción es mucho menor y confidencial.
Vimos mucha pasión y entusiasmo por parte de los productores para trabajar de forma natural, muchas veces con certificaciones en Agricultura orgánica y bio-dinámica y buscando promocionar las uvas autóctonas de la isla. Los viñedos son hermosos y rodeados de naturaleza.
Importaremos algunos de los vinos de los productores que probamos para compartirlos con ustedes
El domaine se compone de 40 hectáreas de vid con uvas autóctonas y emblemáticas de Corsica: Sciacarellu, Vermentinu, Grenache, Bianco Gentile, Rimenese, Genovese, Biancu Ghjentile…
Sus vinos son el reflejo de su terroir, llenos de sol y de vida, expresan mucha fruta, especia y mineralidad con una textura elegante y jugosa y un tanino alegre.
Gilles es la tercera generación de la familia de viticultor de la familia Seroin. Es un personaje amable con sentido del humor, le gusta debatir e interactuar. Convivir un rato con él es garantía de pasar un momento animado y enriquecedor.
Nos encanto la línea de vinos Rosumarinu que viene de sus mejores parcelas con una crianza en foudres. Exprime con mucha pureza la esencia de las dos uvas emblemáticas de Corsica: el Sciacarellu y el Vermentinu.
Su Sciacarellu resalta sus frutos rojos como fresas pisadas y notas especiadas como la pimienta blanca. El Vermentinu es muy aromático con notas a pera y flores blancas, posee mucha acidez y mineralidad. Aparte del vintage que actualmente maneja (2020), nos dio de probar uno de 2014 para mostrar su gran potencial de envejecimiento de esa uva.
En Corsica le gusta su privacidad y Clos Canarelli es uno de esos domaine que no se deja encontrar fácilmente. No hay letreros ni logotipo en la puerta, solamente un timbre.
Yves se está convirtiendo en “el vigneron” del sur de corsica. Apasionado de la viticultura y la enología ha re–sembrado muchas cepas emblemáticas de Corsica.
Nos encantó su rosado y su blanco de una elegancia absoluta, como una caricia en boca. Para México y sus hermosas playas, no hay la menor duda que van a satisfacer paladares exigentes. Sus tintos también son súper interesantes con ese perfil exquisito.