Clos Cibonne

El Clos Cibonne es uno de los 18 Crus Classés de Provence en la AOC Côtes de Provence, que rodea al Mediterráneo en el sureste de Francia.
En una colina de las montañas Maures, entre Toulon y Hyères, se levanta una antigua casa de campo del siglo XVII, rodeada de viñedos y con vistas al puerto de Toulon, entre Marsella y St-Tropez.
El Clos Cibonne debe su nombre a Jean-Baptiste de Cibon, capitán de la Marina Real de Luis XVI y primer propietario del viñedo. Después de su muerte en 1797, la propiedad fue vendida a la familia Roux. En la década de 1930, André Roux se dedicó al viñedo y al revitalizar la finca, reemplazó casi todo el
Mourvèdre Syrah y Grenache de la finca por el Tibouren.
Desde entonces, tanto sus hijos como sus nietos han continuado la tradición. El propietario actual es Claude Deforge, un hombre cálido y simpático quien junto a su hijo Olivier te reciben entusiasmados de mostrarte los vinos tan especiales que producen. La bodega recibió un permiso especial de la A.O.C. para incluir el nombre de la uva en sus etiquetas.
Las 17 hectáreas de viñedos de la finca se encuentran a sólo 800 metros de la costa y están rodeadas de laderas en la base de un anfiteatro que da al mar. Esta topografía crea una circulación de aire que permite la perfecta maduración de las uvas y reduce las enfermedades de la viña. 

Después de la cosecha, los vinos se fermentan en acero inoxidable y luego se envejecen con el método fleurette (fino velo de levadura) en foudres de 5000 litros de más de 100 años (1903). Este sistema oxidante es poco común en los vinos rosados de Provence y les da un carácter único. 

Tibouren es una uva que se originó en Mesopotamia. Fue importado a Italia por los griegos y lleva el nombre del río Tíber. César la trajo consigo a Francia y se estableció en Provence. Tenía buena presencia en la región pero con la filoxera casi todas se perdieron. 

El bisabuelo de Claude lo injertó y replanteó en Clos Cibonne, donde las brisas marinas reducen la posibilidad de las enfermedades, inclinando las cosas a favor de la Tibouren. Hoy un tercio de esta variedad se produce aquí, siendo su embajador a nivel mundial 

La Tibouren es de rendimiento bajo, debido a su madurez desigual, su susceptibilidad a las enfermedades y al requerir mucho más trabajo en el viñedo. Pero también posee increíbles propiedades: color rubí, aromas frutales delicados y refrescantes, notas especiadas, capacidad de envejecimiento y taninos potentes, largos en boca con textura elegante. No por nada la llaman el Pinot Noir de la Provence. 

La Tibouren trabajada en foudres crea vinos tintos y rosados altamente compatibles con la gastronomía y es la compañía ideal de las mejores mesas de México

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